lunes, 10 de agosto de 2009

Comida Chatarra versus obesidad

Acaba de anunciarse la presentación de un proyecto de ley para limitar la venta de comida chatarra en los colegios. Una medida así puede parecer radical, pero en opinión de los especialistas, podría resultar beneficiosa para la salud de los niños chilenos.

La reciente decisión del gobierno estadounidense de prohibir la venta de bebidas gaseosas en los colegios terminó de poner la atención de los padres y las autoridades de salud en algo que ya era de conocimiento público: la incidencia de la comida chatarra en los índices de obesidad infantil y su relación con la libre disponibilidad de alimentos con alto contenido de grasas y azúcares al interior de los recintos educativos.

La medida fue consecuencia de un estudio realizado por la Universidad de Carolina del Norte, que demostró la relación de las bebidas gaseosas con la obesidad.

El impacto de la noticia llegó pronto a Chile; anunciaron en una conferencia de prensa la presentación de un proyecto de ley destinado a limitar la venta de comida chatarra al interior y en las cercanías de los colegios chilenos.

Los especialistas asocian el consumo de comida chatarra al elevado número de niños obesos en nuestro país, que estaría por sobre el 17% de la población escolar.

Entrevistada por educarchile, Juliana Kain, bioquímica y profesora asociada del INTA (Universidad de Chile), recalca que los niños prácticamente no tienen capacidad para discernir lo que es bueno o malo para su salud, desde el punto de vista nutricional, y sólo se guían por el sabor, el empaquetado y la idea que la publicidad ha instalado en torno a un producto. 'Si el niño ve el kiosco en el colegio va a ir a comprar, y es casi seguro que prefiera el chocolate al yogurt, porque está sobre estimulado por los medios' dice.

Según la especialista, la vulnerabilidad de los más pequeños al marketing y las estrategias publicitarias de las marcas de comestibles es cosa probada hace mucho tiempo: 'las campañas son brutales, si les dicen que juntando cinco paquetitos o cuatro latitas van a ganar tal o cual premio, los niños muerden el anzuelo enseguida'.

Estudios recientes demuestran además que entre los niños, sobre todo en los colegios de menos recursos, los alimentos empaquetados se asocian a un status mayor y no es bien visto traer la comida desde la casa.

Lo que hace que una comida sea chatarra son elementos como grasas saturadas y azúcares libres presentes en queques, sopaipillas, chocolates, golosinas, y la sal, presente no sólo en las cosas saladas, sino también escondida en montones de alimentos 'donde es usada como estabilizador, por ejemplo los cornflakes que no son ni salados ni dulces'. A todos estos componentes, se añaden diferentes saborizantes y colorantes que no son necesarios para el organismo, sino todo lo contrario.

Actualmente no hay ningún tipo de regulación en nuestro país.

Nuestro país cuenta con la ventaja de que las frutas y verduras son muy baratas, sin embargo esto no es aprovechado.

Las autoridades de gobierno se han propuesto como meta disminuir la prevalencia de obesidad en niños escolares de primero básico a un 12% en 2010.

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